La fecha que no debemos olvidar.
Son varias las fechas del calendario que debemos tener presente, por ejemplo, el día en que salí del vientre de mi madre, para cantar y contar, aventuras y desventuras.
Dentro, de las hazañas a relatar se encuentra: Hemos fundado una Logia[1].
- Del equipo de campeones, que respondieron a ese llamado, muchos han partido[2], y el Oriente Eterno, es su nueva residencia[3].
- En el camino recorrido, varios se han unido a la partida[4], algunos, por diferentes razones, todas muy válidas, se han separado, y de ellos, solo el polvo del tiempo, conoce su existencia[5].
- Pero, aquí estamos[6], no somos los Mosqueteros, ni los superhéroes de las tiras cómicas, simplemente somos: Aprendices en la búsqueda de la verdad.
Por ese lugar, en donde se busca la sabiduría, celebramos un año más de vida, y levantemos la copa del saber, por un nuevo año de vida.
La verdad de los QH de la fundación, no son muchos los nombres, pero, tampoco mínimos, suficientes para fundar una Logia Justa y perfecta. ↩︎
Existe un recuerdo permanente de ellos, por lo tanto, no han muerto, solo que no se encuentran físicamente presente, pero, si, espiritualmente. ↩︎
El lugar físico del “Oriente Eterno”, no existe, pero, si tiene vida el acto de recordar, y, ese lugar, se encuentra en el corazón de cada uno de sus Hermanos. ↩︎
Por cierto que es un proceso que todos deseamos: Ver crecer, nuestra Logia, con nuevos Hermanos, pero, sus ilusiones y esperanzas, son diferentes al que hacer de nuestra organización. ↩︎
Un miembro que se marcha, sigue siendo un Hermano nuestro, esa condición no se borra, ni se quita, pero, duele su alejamiento. ↩︎
El estar, el decir, presente, somos los que somos, y le colocamos el pecho a las balas, y a lo que sea. ↩︎