Apuntes de Navidad

La Masonería como institución participa de las fiestas astronómicas,(“Equinoccios y Solsticios”), dado que su pensamiento y acción sostienen una laicidad en el más profundo sentido filosófico, con una mirada a la vida (“de todos los seres y fenómenos del universo, por sobre posturas creacionistas o evolucionistas”) en forma razonable y lógica, sin sostener ningún dogma.

El solsticio de invierno o el de verano, y su celebración. Por cierto, que pueden generar, un grado de dificultad, con algún hermano que profese un credo religioso en el cual dichas fiestas pueden poseer una representación especial.

Dado que la esencia de la masonería podría generar un conflicto en el hermano cristiano, musulmán, judío o de otro credo religioso, en el sentido que la fraternidad es a-dogmática y promueve una visión del mundo, libre de seres sobrenaturales y de verdades pre-establecidas. El equilibrio se encuentra en el respeto a la intimidad, puesto que la masonería es tolerante de todas las religiones cultivadas en el ámbito privado, convirtiéndose ella, en el centro de unión de todos los hombres, por encima de los dioses privados o públicos de cada uno de nosotros.

En el solsticio de diciembre, en el hemisferio norte, es la noche más larga y el día más breve. En las culturas romana, celta y otras, se festejaba el regreso del Sol (Sol invictus). A partir de esta fecha, las noches comienzan a ser más cortas y los días empezaban a alargarse, por cierto todo ello, al ritmo del canto del gallo. Es el triunfo del Sol sobre las tinieblas, ello, se celebraba con fogatas.

La Iglesia cristiana Romana, a partir del siglo IV dC, de iglesia perseguida (“El emperador Diocleciano, se convierte en el mayor y, más sangriento persecutor de los cristianos, pero, no logro su objetivo, dado que no los destruyo, y salieron más fortalecidos”), pasa a ser la religión dominante del imperio, en el tiempo del emperador Constantino (año 324 dC), el sacerdote cristiano Nicolás (posteriormente convertido en San Nicolás), obispo de Mira, estableció la práctica de:

  • Entregar o dar regalos y presentes a los niños, viudas y menesterosos.
  • En esa misma fecha, del 19 al 21 de diciembre, establecer la Natividad de Jesús, otorgándole el significado simbólico del renacer de la esperanza y de la luz en el mundo (su mundo viene de haber vivido las dos persecuciones del emperador Diocleciano), y corrigiendo, el significado dado por el paganismo a la festividad del solsticio.

En 1931, la compañía bebidas de fantasía Coca Cola, tomo a San Nicolás, lo caracterizó y lo vistió con sus colores corporativos, es decir, lo elevó a los altares del consumo.

“Los individuos pasamos a ser los promotores del producto y el producto que promovemos” –Zygmunt Bauman .